Limpieza superior
Datos del Indec. | CAPTURA DE PANTALLA
▪ El único “brote” del gobierno de Cambiemos es el aumento de la desigualdad. El Indec informó sobre cómo creció la brecha entre ricos y pobres en el primer trimestre de 2017. Macri pisotea derechos adquiridos, como las pensiones y las jubilaciones, y propone que las desempleadas se capaciten como mucamas.
Por más esfuerzo que haga para disimularlo,
el gobierno de Maurice Macri exuda desprecio por los pobres. “Andrea está más
cerca de su próximo empleo”, titula un spot del Ministerio de Trabajo, Empleo y
Seguridad Social de la Nación, para promocionar un curso de mucamas.
Andrea dice tener 39 años y estar sin trabajo. Ella cuenta que está aprendiendo a planchar y doblar ropa en uno de los cursos de formación y capacitación que ofrece gratuitamente el gobierno de Cambiemos. Se llama “Servicio de Limpieza Superior” y se dicta en la Unidad Penitenciaria 45, conocida como Melchor Romero, en las afueras de La Plata.
Como recuerda Página 12, el spot está en línea con la legisladora porteña de PRO Mercedes de las Casas, que, junto con su madre, es autora del polémico libro Cómo conseguir una mucama... y no perderla en 7 días, publicado en 2007, donde se hacen afirmaciones como: “Recordemos que no siempre la mucama posee gran capacidad de recepción y memorización”.
Andrea dice tener 39 años y estar sin trabajo. Ella cuenta que está aprendiendo a planchar y doblar ropa en uno de los cursos de formación y capacitación que ofrece gratuitamente el gobierno de Cambiemos. Se llama “Servicio de Limpieza Superior” y se dicta en la Unidad Penitenciaria 45, conocida como Melchor Romero, en las afueras de La Plata.
Como recuerda Página 12, el spot está en línea con la legisladora porteña de PRO Mercedes de las Casas, que, junto con su madre, es autora del polémico libro Cómo conseguir una mucama... y no perderla en 7 días, publicado en 2007, donde se hacen afirmaciones como: “Recordemos que no siempre la mucama posee gran capacidad de recepción y memorización”.
Andrea se capacita en limpieza superior y está más cerca de encontrar un empleo registrado. Todos los cursos en https://t.co/E5MBLgjleS pic.twitter.com/wKkjgkzEPJ— Ministerio Trabajo (@mintrabajo) 20 de junio de 2017
Ese desprecio gobierna todas las medidas de Macri, como ocurrió ya con los pensionados por invalidez, a los que puso bajo sospecha y los dejó sin cobrar, y con los viudos, que deben demostrar su viudez si quieren seguir cobrando. No es que se equivoquen. Lo hacen porque están convencidos de que las pensiones, las jubilaciones, las asignaciones y las becas son un gasto del que el Estado debe desligarse. En un año electoral como este –en el que está en juego la gobernabilidad de los próximos dos años–, es preferible dar marcha atrás, poner cara de bueno y asumir el “error”. Pero se sabe: tras los comicios de octubre, independientemente de los resultados, el Gobierno volverá a la carga con todo lo que reculó y no habrá vuelta atrás.
Ante el suicidio de Roberto Estivill, el jubilado de 91 años que se mató en una oficina de la Anses de Mar del Plata, los sindicatos de trabajadores del organismo denunciaron que esa muerte “desnuda crudamente la grave situación en la que nos vienen sumergiendo las políticas del gobierno nacional” en materia de previsión y seguridad social. “Dan de baja jubilaciones por discapacidad, otras a pensionados para exigirles documentación para acreditar un derecho adquirido décadas atrás, eliminan Conectar igualdad, dan de baja Procrear y Argenta, no pagan Progresar y vacían el Fondo de Garantía de Sustentabilidad”, indicaron en un comunicado ATE, Apops y Secapfi.
“Somos cuatro mujeres jubiladas, solas en
el mundo. No tenemos hijos ni perros. Primero nos recortaron la pensión,
nuestra única fuente de ingresos. Después tuvimos que buscar a un médico
privado para que nos recetara nuestros medicamentos, porque los médicos de la
Seguridad Social estaban de huelga. Cuando por fin conseguimos las recetas, en
la farmacia nos dijeron que no servían porque la Seguridad Social les debe
dinero y que tendríamos que pagar las medicinas de nuestro bolsillo, de nuestra
pensión recortada. Nos dimos cuenta de que somos una carga para el Estado, para
los médicos, para las farmacias, para la sociedad entera. Nos vamos, así que no
tendrán que preocuparse por nosotras. Con cuatro jubiladas menos, mejorarán sus
condiciones de vida”.
La nota la escribieron cuatro jubiladas
griegas halladas muertas por el comisario Kostas Jaritos, el personaje central de Liquidación final, de Petros Markaris, creador de novelas policiales que se desarrollan durante la crisis de
ese país, expoliado por el ajuste neoliberal.
Los resultados de 18 meses de gestión de Cambiemos ponen en evidencia el rumbo que empezó a tomar el país. La mitad de la población tiene ingresos mensuales inferiores a los 10.000 pesos, según cifras difundidas este jueves por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), cuando la canasta básica total (CBT) supera los 14.000 pesos.
Los resultados de 18 meses de gestión de Cambiemos ponen en evidencia el rumbo que empezó a tomar el país. La mitad de la población tiene ingresos mensuales inferiores a los 10.000 pesos, según cifras difundidas este jueves por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), cuando la canasta básica total (CBT) supera los 14.000 pesos.
Así, 6 de cada 10 habitantes con trabajo no
alcanzaban a superar con sus ingresos individuales el costo de la CBT,
condición que también enfrentaba el 40% de los hogares. Estas cifras
corresponden al primer trimestre de 2017.
Según el Indec, el 60% de la población
tenía niveles de ingresos promedios de 13.093 pesos, situación en la que se
encuentran más de 9,5 millones de personas. Si se calcula el ingreso total de
los hogares, la remuneración promedio llegó a los 13.876 pesos, situación que
alcanza a más de 3,2 millones de familias.
Ambas cifras se encuentran por debajo del
costo de la canasta básica total, que define el nivel de pobreza: 14.090 pesos
para una familia tipo de cuatro miembros, en marzo pasado.
El único “brote verde” que consiguió Cambiemos
es el crecimiento de la pobreza y la desigualdad a un ritmo vertiginoso. El
coeficiente de Gini se ubicó en 0,437 puntos durante el primer trimestre de
2017 (cuanto más cerca de 1 está el valor, hay mayor desigualdad).
Los registros disponibles para el mismo período de 2015, cuando el índice llegó
a 0,420, ofrecen una aproximación al deterioro en el “reparto de la torta” que
acompañó a la aceleración de la inflación, los aumentos en las tarifas de los
servicios públicos, el salto cambiario, la quita de retenciones y el incremento
en el desempleo experimentados a lo largo del año pasado.
En el segundo trimestre del año pasado, el indicador llegó a 0,427 puntos cuando un año antes se había ubicado en 0,410 puntos. El pico en el deterioro distributivo se alcanzó en el tercer trimestre, cuando el índice de Gini marcó 0,451 puntos, el nivel más elevado de los últimos 7 años para ese período del año.
El Indec reveló además la brecha entre el ingreso familiar promedio del 10 por ciento de los hogares más pobres y el 10 por ciento más rico: en el primer trimestre de 2017 llegó a 21,8 veces. Por la falta de información, no es posible comparar con el mismo período un año antes pero, entre enero y marzo de 2015, la diferencia informada por el Indec había sido de 17,8 veces.
En el segundo trimestre de 2015, la distancia entre los ingresos de los hogares del primer y el último decil había sido de 16,5 veces mientras que durante el mismo período del año pasado llegó a ser de 18,9 veces. En el tercer trimestre de 2016 la diferencia de ingresos entre los extremos había ascendido a un pico de 21,7 veces y durante el período octubre-diciembre se ubicó en 18,7 veces.
Con esos números, la pobreza y la miseria parecen ser el destino inexorable de millones de argentinos. Sin embargo, las cifras no conmueven al gobierno de la alianza macrista-radical. Por el contrario, les indica que están en el “camino correcto”, como dijo varias veces Macri.
Su modelo de país empieza a dibujarse con claridad: primarización de la economía, desindustrialización, empleo precarizado como efecto “virtuoso” del desempleo, ampliación de la brecha de la distribución del ingreso (menos con más, y más con menos)… Y más egresadas del curso de “Servicio de Limpieza Superior”.
En el segundo trimestre del año pasado, el indicador llegó a 0,427 puntos cuando un año antes se había ubicado en 0,410 puntos. El pico en el deterioro distributivo se alcanzó en el tercer trimestre, cuando el índice de Gini marcó 0,451 puntos, el nivel más elevado de los últimos 7 años para ese período del año.
El Indec reveló además la brecha entre el ingreso familiar promedio del 10 por ciento de los hogares más pobres y el 10 por ciento más rico: en el primer trimestre de 2017 llegó a 21,8 veces. Por la falta de información, no es posible comparar con el mismo período un año antes pero, entre enero y marzo de 2015, la diferencia informada por el Indec había sido de 17,8 veces.
En el segundo trimestre de 2015, la distancia entre los ingresos de los hogares del primer y el último decil había sido de 16,5 veces mientras que durante el mismo período del año pasado llegó a ser de 18,9 veces. En el tercer trimestre de 2016 la diferencia de ingresos entre los extremos había ascendido a un pico de 21,7 veces y durante el período octubre-diciembre se ubicó en 18,7 veces.
Con esos números, la pobreza y la miseria parecen ser el destino inexorable de millones de argentinos. Sin embargo, las cifras no conmueven al gobierno de la alianza macrista-radical. Por el contrario, les indica que están en el “camino correcto”, como dijo varias veces Macri.
Su modelo de país empieza a dibujarse con claridad: primarización de la economía, desindustrialización, empleo precarizado como efecto “virtuoso” del desempleo, ampliación de la brecha de la distribución del ingreso (menos con más, y más con menos)… Y más egresadas del curso de “Servicio de Limpieza Superior”.
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