Pobreza 32
▪ Los 14 millones de pobres son de la autoría incontestable del presidente Macri y el “mejor” equipo de los últimos 50 años. Son el fruto de un plan y no de un error.
Al conocer el 32 por ciento de pobreza
estimado por el Indec, confirmamos que el eslogan “Pobreza Cero” no ha sido más
que un caballo de Troya que ha logrado engañar a mucha gente de buena voluntad.
La pobreza creció significativamente en estos casi 10 meses del gobierno de
Cambiemos. Cuando decimos “32,2 por ciento de pobreza” hablamos de casi 14
millones de personas de carne y hueso que han dejado de vivir dignamente y en
paz para caer en la angustia de no saber cómo sobrevivir.
Quienes pisamos la tierra cotidiana de la
gente común sin necesidad de inventar realidades a través de escenarios de
utilería mediáticos bizarros e inverosímiles como los que suele utilizar este
gobierno, sabemos que es difícil que el chancho vuele. Si las políticas
económicas son recesivas y de ajuste, la pobreza crece. Una minoría goza
despreocupada. Una mayoría sufre dolores sin fin.
Los objetivos de un gobierno pueden ser
difíciles de alcanzar, pero la población puede comprender esta espera si ve que
los medios puestos en marcha conducen hacia los resultados esperados.
En este caso Macri y su sobreestimado
equipo han hecho todo lo posible para hundir la economía, quebrar las redes de
contención social territorial, derrumbar el empleo, jaquear a la pequeña y
mediana empresa, desguarnecer a la industria nacional, aplicarnos un
electroshock tarifario y apalear al poder adquisitivo del salario haciéndolo
retroceder un 12 por ciento.
Bastardeo y saqueo
Pero lo peor de todo es que, mientras todo
esto ocurre, sólo escuchamos cantos de sirenas que nos hablan de un futuro que
será prometedor. Es una paliza, pero nos quieren convencer –casi por hipnosis–
de que es una caricia. Nos bastardean con que toda esta destrucción productiva,
este retroceso de casi todos los indicadores económicos a un par de décadas
atrás, este saqueo del Estado, este desamparo de la contención social de los
más pobres, es necesario y nos va a llevar sin escalas al limbo de la pobreza
cero.
La pobreza cero “es un objetivo para el que
no alcanzan cuatro años” dijo el presidente muy suelto de cuerpo en su
conferencia de prensa como si estuviera hablando del pronóstico del tiempo. La
insolencia de las mentiras diarias y la trivialización de la grave situación de
desocupados y pobres son una provocadora herida en el cuerpo social. Los 14
millones de pobres son de la autoría incontestable del presidente Macri y el
“mejor” equipo de los últimos 50 años. Son el fruto de un plan y no de un
error.
No había estadísticas oficiales sobre
pobreza desde 2013, pero sí algunas estimaciones creíbles y razonables que
oscilaban entre el 19 y el 25 por ciento. El 32,2 es mucho más. Pero el
presidente dice que la pobreza se va a medir a partir de ahora, decretando que
el hambre, la angustia y la desesperación de los miles de pobres y desocupados
desde diciembre hasta el presente no son más que un espejismo.
Confianza burda e ingenua
Confianza burda e ingenua
Cabe recordar aquí las palabras del papa
Francisco que advirtió sobre la inconveniencia de “una confianza burda e
ingenua en la bondad de quienes detentan el poder económico y en los mecanismos
sacralizados del sistema económico imperante. Mientras tanto, los excluidos
siguen esperando” (Evangelii Gaudium 53).
La pobreza cero es, fue y será la más
irracional de las mentiras que, cual cortina de tela gruesa, esconde el
verdadero objetivo de este gobierno que es transferir el mayor volumen de
riqueza posible hacia los grupos concentrados del país y el mundo, sus amigos
del alma.
Mientras los funcionarios de turno
interpretan una obra de teatro donde fingen estar entusiasmados con el futuro
del país, el abandono por parte del Estado de la contención social, el
desempleo, la inflación y la caída del poder adquisitivo del salario hacen
estragos inmediatos en una multitud de personas cuyos rostros y reclamos se
intenta invisibilizar. El ansia de liberación de un pueblo no es algo que los
poderosos puedan llevarse en una bolsa, decía el “pelado” Enrique Angelelli. El
pueblo va a reclamar lo que le pertenece, el pueblo tiene derechos aunque esta
palabra esté desaparecida del léxico Pro.
No hay pobreza 0 sino pobreza 32. Hay 14
millones de personas engañadas por gente sin escrúpulos que sigue hablando de
mariposas y hadas madrinas como si el hambre de los pobres fuera un simple
dolor de estómago.
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