Inicio
Urbanoblog
Más
Vademécum
El Pelafustán

24.8.19

El sueño inalcanzable de Carrió































¿El triunfo por paliza de Macri en octubre que vaticina la dirigente chaqueña es un delirio más suyo o un resultado posible? Los números.   

Datapuntochaco | ANÁLISIS




¿El vaticinio de la inefable Lila Carrió de que Maurice Macri ganará “por paliza” en octubre es un delirio más de la dirigente ultramacrista o un resultado posible?
La posibilidad de dar vuelta el resultado de las PASO pese a la diferencia de 15 puntos a favor de les Fernández es ahora abonada por el jefe de campaña de Juntos por el Cambio, Mark Peña, quien en un audio dice que es posible el escenario de un balotaje a partir de una mentira: afirma que en 2015, Daniel Scioli (precandidato del FPV) le había ganado por 15 puntos a Macri en las primarias de agosto.
Con esa falacia, intenta inyectar ánimo a posibles “arrepentidos” de haber votado a les Fernández. Macri perdió en las PASO de hace cuatro años por 8 puntos (28,57% a 36,69%).
Así, el oficialismo apuesta a que les Fernández no alcancen en octubre el 45% de los votos y que Maurice Macri aumente su caudal electoral para ubicarse a menos de diez puntos de distancia y forzar un balotaje.
¿Qué debería pasar para que el sueño de Carrió se haga realidad? Maurice Macri debe alcanzar al menos al 35%. Eso no sería tan difícil. Lo difícil sí es que les Fernández bajen a menos de 45%, cuando el escrutinio definitivo favorece a Alberto y Cristina, y el resultado final de las PASO está más cerca del 50%.
En rigor, el 47,6% conseguido por el Frente de Todos el 11 de agosto es, si se computan solo los votos afirmativos (como se hará el recuento en octubre) y se dejan de lado los en blanco, sube a 49,2%. A les Fernández les alcanza con el 45% para ganar en primera vuelta.
Sin los votos en blanco, Juntos por el Cambio sube a 33,1%, con lo que la diferencia con el Frente de Todos se amplía a 16,1%.
En el diario La Nación, el columnista Fernando Laborda, un antikirchnerista confeso, plantea con números cuán difícil es que Macri cumpla el sueño de Carrió: que los argentinos elijan presidente el 24 de noviembre, en segunda vuelta.
Nicolás Solari, director de la consultora Real Time Data (RTD), elaboró un informe, según el cual tendrían que darse cuatro supuestos para que se evite un triunfo de Fernández en la primera vuelta, dice Laborda.
“El primer supuesto sería que Macri reciba en octubre una transferencia de votantes que apoyaron en las PASO a Roberto Lavagna, Juan José Gómez Centurión y José Luis Espert, equivalente al 50% de los sufragios que cosecharon las terceras fuerzas lideradas por esos candidatos, además de alrededor de un 40% del total de los votos logrados por los cuatro postulantes presidenciales que quedaron eliminados de la contienda electoral en las primarias. Del mismo modo, Fernández no debería recoger más del 10% de los votos de Lavagna ni más del 8% de los sufragios alcanzados por las cuatro fuerzas que quedaron excluidas de la competencia. Si se diera esta hipótesis, Macri acortaría su distancia de Fernández a poco más de 10 puntos, aunque el candidato del kirchnerismo todavía estaría ganando, por cuanto alcanzaría el 50,1% de los votos.
El segundo supuesto, que según Solari se sumaría al anterior, es el de la reducción del voto en blanco, que en las primarias alcanzó alrededor de 760.000 votos. Si, al igual que en 2015, esos sufragios se reducen a la mitad entre las PASO y las elecciones generales y si, además, ese voto se orienta mayoritariamente hacia el macrismo en una proporción de cuatro a uno, Macri lograría acercarse un punto más y reducir su desventaja a 9 puntos. De todas maneras, Fernández seguiría consagrándose ganador porque obtendría el 49,7% de los votos.
El tercer supuesto sería que se sumen a la elección general unos 150.000 argentinos que residen en el exterior del país (diez veces más que en las elecciones legislativas de 2017) y que su voto también se dirija en una relación de cuatro a uno en favor de Macri, tras lo cual la desventaja del macrismo se reduciría a menos de 9 puntos, aunque Fernández seguiría obteniendo más del 49% de los sufragios.
El cuarto y último supuesto pasaría por un fuerte aumento de la participación electoral. Se trata de la cuestión más importante, por cuanto permitiría aumentar significativamente la masa de votos sobre la que se calculan los porcentajes y licuar el peso relativo de los votos kirchneristas.
Pero para lograr que Fernández quede por debajo del 45%, la concurrencia a votar debería pasar del 75,8% de las primarias hasta el 81% en octubre. Esto es, unos 2.700.000 votos más, una cifra superior a la registrada en las elecciones generales de 2015, cuando la participación se ensanchó en 2 millones de votos respecto de las PASO de ese año. Y, por si fuera poco, Fernández no debería captar más del 5% de estos nuevos votantes. De lo contrario, quedaría arriba de los 45 puntos y se consagraría presidente en primera vuelta”.
En otras palabras, explica Laborda, “si la participación electoral creciese entre las PASO del 11 de agosto último y los comicios generales de octubre desde el 75,8% hasta el 81% del padrón, Fernández y Cristina Kirchner no deberían sumar más de 458.000 votos para quedar debajo de los mágicos 45 puntos, al tiempo que la fórmula Macri-Pichetto debería sumar alrededor de 1.575.000 votos para alcanzar los 35 puntos y evitar una desventaja mayor a los 10 puntos, que también consagraría ganador al binomio del kirchnerismo”.
Por eso, el columnista de La Nación concluye: “Macri necesitaría lograr una suerte de carambola perfecta para llegar a un ballottage, en un contexto socioeconómico que no lo favorece”.

Números pos-PASO
 


Una encuesta pos-PASO elaborada por Clivajes Consultores
aporta malas noticias para el sueño de Carrió. Indica que solo el 9,45% de los encuestados tiene pensado modificar su voto en octubre, con lo que “se evidencia en primera instancia una importante dificultad a la idea de sostener lo mejor posible la alianza que encabeza que encabeza el presidente Mauricio Macri con el fin de lograr una segunda vuelta”.
Además, ese 9,45% “no migraría en su totalidad a Juntos por el Cambio, sino que se repartiría en su mayoría con el Frente de Todos, profundizando aún más el escenario de polarización”, dice la consultora.
“Al analizar el impacto de esa migración en todas las fuerzas puede desprenderse que tanto Juntos por el Cambio como el Frente de Todos lo capitalizarían de mejor manera ya que el caudal de ambas coaliciones tendría un incremento que ronda el 4% de los votos, algo que para el caso del oficialismo no sería suficiente, ya que se convertiría en un juego de suma cero donde no descuenta los puntos necesarios, sino que incluso hasta quedaría aún más lejos de las aspiraciones de lograr la segunda vuelta”, agrega el informe.
Con esos números, el Frente de Todos podría subir a 51% y Juntos por el Cambio, a 36%, con lo que la elección presidencial se definiría en primera vuelta.
Clivajes realizó la encuesta entre el 13 y el 16 de agosto, con 1.203 casos en todo el país, “un sistema de recolección de información mediante plataforma on-line, un error de muestreo de +/- 2,83% y un nivel de confianza que asegura el 95%.
La muestra aporta datos sobre por qué los resultados se mantendrían. El 61,3% de los encuestados atribuye la actual situación económica del país al gobierno de Macri y solo el 15,70%, a la oposición (el kirchnerismo). El 3,40% le asigna al contexto internacional.

0 comentarios: