Se cumplió el sueño de Macri: el mundo habla (mal) de él
▪ Mientras la prensa extranjera señala el caso del presidente argentino como el más grave de los Panama Papers, la corporación periodística argentina ensaya una opereta contra el kirchnerismo. Así estaba armado de antemano. Los periodistas del Grupo Clarín y La Nación hablaron con el líder de PRO un mes antes de publicar la filtración. La estrategia del macrismo fue tapar el escándalo offshore con una ofensiva mediática y judicial.
Süddeutsche Zeintung es el diario alemán que recibió los 11
millones de documentos sobre sociedades offshore
gestionadas por el estudio panameño Mossack Fonseca, cuya difusión desató un
escándalo mundial que en la Argentina, si se considera el tratamiento de la
prensa corporativa, es apenas un piedra en el zapato del presidente Mauricio
Macri, uno de los cinco jefes de Estado del mundo que figura en la
investigación, los Panama Papers, de
una extensísima lista que integran primeros ministros, allegados a presidentes,
miembros de monarquías, deportistas y personalidades del espectáculo.
Al SZ,
que entregó los documentos al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación
(ICIJ, su sigla en inglés), le llamó la atención cómo trataron el asunto en Argentina,
donde los medios porteños rebajaron la gravedad del escándalo. Mencionan a Macri
en papeles secretos de paraísos fiscales, tituló Clarín el lunes 4 de abril, como si se tratase de una noticia más en
medio del sacudón mundial. La Nación,
que participó de la investigación, puso en tapa: Revuelo en el mundo: filtran datos de
paraísos fiscales. Al día siguiente, Clarín
puso como título central: Franco Macri desvinculó al presidente de la firma offshore. Y La Nación, en un exceso de mesura, Ante las críticas, Macri debió
dar explicaciones por la sociedad offshore.
El diario alemán, en cambio, mencionó el
titular del diario Página 12 del
lunes 4, Argentina volvió al mundo, que “fue una de las consignas principales
de Mauricio Macri en la última campaña electoral”. “El mundo al que Macri
devuelve a la Argentina es un mundo de sombras”, interpretó Boris Herrmann,
corresponsal del SZ en Río de
Janeiro.
Macri, el primero de la lista en SZ.
La mayoría de los artículos dedicados a
Macri en la prensa extranjera hace hincapié en que quien se promocionó como el
adalid de la lucha contra la corrupción y el impulsor de la brutal campaña “justiciera”
contra los Kirchner, aparece involucrado en un escándalo planetario. Sin embargo, para la prensa hegemónica, claramente
promacrista, que el presidente haya acudido a paraísos fiscales no es tan grave
como sí lo son los ilícitos atribuidos al empresario Lázaro Báez o a la
expresidenta Cristina Fernández, perseguida por la amañada corporación judicial
argentina.
El diario The New York Times consideró que el caso del presidente argentino
representa una de las “acusaciones más graves” reveladas por los Panama Papers. Y la cadena
estadounidense CBS “colocó a Mauricio
Macri en el podio de las acusaciones, al poner su foto junto a la de Poroshenko
y a la del rey de Arabia Saudita, bajo el título: ‘Anillo de corrupción’”.
Fútbol y evasión fiscal, tituló Libération.
Fútbol y evasión fiscal, los dos deportes
nacionales en Argentina, tituló el diario francés Libération, en referencia a la inclusión del astro del fútbol Lionel Messi en la lista de argentinos con sociedades offshore. La corresponsal en Buenos Aires de Libé señala que los argentinos “no han podido reaccionar” ante la
aparición de su nuevo presidente, “portavoz
autoproclamado de la lucha contra corrupción”, a la cabeza de la lista
de los Panama Papers.
Mattilde Guillaume reproduce declaraciones
del exdirector de la Inspección General de Justicia, Ricardo Nissen: “Nadie se
utiliza una compañía offshore para los propósitos positivos”. Y remarca el
golpe duro que significa para el macrismo, cuyo líder fue presentado como un
“caballero blanco”, dispuesto a vencer a la corrupción.
Panama papers : en Argentine, le président
Mauricio Macri sous pression (En Argentina, el presidente Mauricio Macri, bajo
presión, tituló el prestigioso vespertino francés Le Monde, donde da cuenta de que el mandatario argentino presentó el
viernes una “declaración de certeza” ante la Justicia, para demostrar que no
incurrió en “omisión maliciosa” en su declaración patrimonial, el cargo por el
que es investigado tras la revelación de los Panama Papers. Le Monde
integra el grupo de medios de analizó los documentos de Mossack Fonseca.
The Guardian informó sobre la protesta contra Macri.
The
Guardian, que también trabajó en la investigación,
publicó un artículo sobre las consecuencias país por país tras las revelaciones de Panama Papers. En el caso de
Argentina, señala que Macri tenía vínculos con una empresa offshore en las
Bahamas. Fue director de Fleg Comercio entre 1998 y 2009, pero no incluyó a la
compañía en su presentación financiera de 2007, cuando se convirtió en alcalde
de Buenos Aires. Tampoco mencionó en su declaración de 2015, cuando se
convirtió en presidente, después de haber hecho campaña sobre una plataforma de
lucha contra corrupción política.
Un fiscal federal abrió una investigación
sobre las transacciones financieras del presidente. Macri insistió en que no
había hecho nada malo, en un discurso televisado: “Quiero decir una vez más que
estoy muy tranquilo, he cumplido con la ley, he dicho la verdad y no tengo nada
que ocultar”. El jueves por la noche, miles de manifestantes inundaron la Plaza
de Mayo, en Buenos Aires, exigiendo su renuncia. SZ también se hizo eco de la marcha en Buenos Aires.
Mientras el mundo habla de Macri, la prensa
corporativa argentina ensaya una opereta judicial contra todo lo llamado Kirchner. Según Página 12, así estaba armado de antemano. Los periodistas de investigación del Grupo Clarín y La Nación hablaron con Macri un mes
antes de publicar la información y aceptaron en forma acrítica sus excusas elementales,
cuenta Luis Bruschtein. La estrategia del macrismo era tapar el escándalo de
Macri con una ofensiva mediática y judicial con acusaciones de corrupción a exfuncionarios
del kirchnerismo y la agudización de la causa contra Lázaro Báez.
No se ahorraron presiones. La ministra de
seguridad, Patricia Bullrich, llamó al juez Sebastián Casanello para advertirle
que el empresario estaba a punto de escaparse en su avión particular. Pero el
avión no se estaba escapando, por el contrario, llevaba a Báez a Buenos Aires,
donde tenía que declarar ante el juez al día siguiente. Igual fue preso en el
aeropuerto de San Fernando en medio de un gran despliegue mediático cuyo fin
era distraer la atención del escándalo de las offshore de Macri. Si no hubiera sido por la fuerte repercusión
internacional que golpeó de lleno, como nunca antes, la imagen del presidente
argentino, la corporación mediática hubiera aceptado las burdas excusas
presidenciales y hubiera tapado los hechos bajo una catarata de denuncias de
corrupción contra el kirchnerismo, como hizo Clarín durante toda la semana.
Creer que, como dijo el mismísimo
presidente, “todo es legal” es de una ingenuidad rayana en la estupidez. “Sabemos –se nos dice– que las colocaciones de
valores offshore son legales. Esto significa que una ley legitima estos ‘islotes’
de privilegios pero, al mismo tiempo es notorio que esos depósitos o ‘construcción’
de empresas se efectúan para evadir impuestos, preservar secretos sobre la
riqueza y producir combinaciones financieras múltiples e ‘invisibles’ sin que a
nadie preocupe ni la procedencia ni el destino del dinero”, dice Rodolfo Rabanal.
“Entonces, tenemos por un lado que los
dichos ‘paraísos’ son legales, pero por otro lado y al mismo tiempo no
ignoramos que fueron creados para amparar a evasores de todo tipo. En suma, la
paradoja es aquí un escándalo tanto ético como racional, porque la justicia
confiere legalidad a un espacio cuyo objetivo consiste en la comisión de delitos
fiscales mayúsculos. Y la justicia, que sepamos, no existe para respaldar el
delito”, reflexiona.
David Cufré, también en Página 12, menciona
a Nicholas Shaxson, autor de un libro básico sobre las guaridas fiscales, Las
islas del Tesoro. “Ofreceré una definición amplia de ‘paraíso fiscal’, como
lugar que procura atraer negocios ofreciendo instalaciones políticamente estables
que ayudan a personas o entidades a eludir reglas, leyes y regulaciones
establecidas en otras jurisdicciones”, señala. “El propósito de estos lugares
es ofrecer vías de escape a las obligaciones que derivan de vivir en una
sociedad obteniendo beneficios de ella: impuestos, regulación financiera
responsable, legislación penal, derecho hereditario. He ahí el meollo de sus
negocios. A eso se dedican”, alerta.
0 comentarios:
Publicar un comentario