Qué hay detrás del ataque de la prensa a la reforma judicial
Hacia un totalitarismo..., editorial de La Nación.
▪ La edición del domingo 14 del diario La Nación fue una andanada de embates contra el proceso de democratización de la Justicia. ¿Qué es lo que alarma a los otrora defensores de la dictadura cívico-militar que sembró el terror entre 1976 y 1983? Una deuda millonaria con la Afip, la clave.
Por Data.Chaco
Editores
Hacia un totalitarismo bajo el ropaje democrático,
¿Estamos ya los argentinos en una dictadura?,
Golpe de Estado al Poder Judicial y La radio y Miceli, focos de resistencia.
Ese es el sumario de la sección Opinión del diario La Nación del domingo 14
de abril, una andanada de embates contra el proceso de democratización de la
Justicia impulsado por el Poder Ejecutivo, el cual, evidentemente, alarma a los
otrora defensores de la dictadura cívico-militar que impuso el terror entre
1976 y 1983.
Que Mariano Grondona se pregunte con preocupación si los argentinos ya
estamos en una dictadura es, cuando menos, una gran contradicción. No hace
falta repasar el pasado del periodista para entender por qué sus elucubraciones
dominicales son intolerables.
Lo de Pablo Sirvén es pura provocación. Tildar al periodista Juan Miceli de
“foco de resistencia” por hacerle una pregunta que pudo haber incomodado al
diputado Andrés Cuervo Larroque, como
si se tratara de Rodolfo Walsh –desaparecido el 25 de marzo de 1977, tras
redactar su Carta Abierta a la Junta Militar– es una desmesura promovida por alguien
que solo ve desmesuras en el Gobierno.
¿Por qué tanto alboroto en La Nación? Está claro que no es un profundo
republicanismo el que anima al centenario diario a ir con todo contra la
democratización de la Justicia, que, entre otras reformas, le pone límites a
las medidas cautelares que se tramitan contra el Estado nacional.
En 2003, La Nación obtuvo una medida cautelar que le impide a la Administración
Federal de Ingresos Públicos (Afip) cobrarle una deuda estimada en 280 millones
de pesos.
En marzo de ese año, el entonces presidente Eduardo Duhalde decidió
eliminar por decreto el cómputo de las contribuciones patronales como crédito fiscal en el momento de la
liquidación del IVA, excepto para los medios de comunicación y el transporte de
carga. Pero esa excepción tenía un plazo de cuatro meses, para que el Poder
Ejecutivo pudiera “encontrar una solución alternativa”.
En julio venció el plazo fijado en el decreto. Néstor Kirchner había
asumido como presidente el 25 de mayo. El diario consiguió la cautelar en
octubre, con el argumento de que el crédito fiscal seguía vigente hasta que el
Poder Ejecutivo encontrara la “solución alternativa”. Lo mismo hicieron el
Grupo Clarín, la editorial Perfil y la editora de El Cronista Comercial, del
diputado Francisco de Narváez, entre otros medios.
Según la Afip, La Nación, gracias a la cautelar, dejó de pagar 150
millones de pesos de capital, a los que suma otros 130 millones de intereses, esto
es un total de 280 millones.
En noviembre de 2008, la sala II de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso
Administrativo Federal levantó la medida cautelar dictada por el juez Osvaldo
Guglielmino, pero siete mese después, la Corte Suprema falló a favor del diario.
Hernán Brienza, en una columna reciente en Info-News, analiza el discurso de la
oposición –política y mediática– a partir de la distinción entre cinismo e
hipocresía. Lo de La Nación es hipocresía. “Esconden sus verdaderas
pretensiones, sus cualidades más funestas bajo los oropeles de las grandes
intenciones, como fariseos se rasgan las vestiduras por las supuestas
violaciones de la ley mientras mandan a crucificar a ‘pobres cristos’”.
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