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El Pelafustán

4.5.18

La trasmutación de Aída

























▪ La diputada nacional de Cambiemos, acusada de lavado y asociación ilícita, cambió el libreto de su defensa. Primero se mostró “a disposición de la Justicia” y de “la verdad”. Ahora, con el aval del macrismo, se resiste a que le quiten los fueros, recurre a artilugios y embate contra la jueza que pidió su detención. “Republicanismo” radical.

Datapuntochaco | ANÁLISIS


La primera reacción fue: “Estoy a disposición de la Justicia, como lo he estado siempre”. Aída Ayala, diputada nacional por la UCR en alianza con el macrismo, se mostró cauta apenas se conoció el pedido del fiscal federal Patricio Sabadini de detenerla, acusada de ser la jefa de una banda de empresarios dedicada lisa y llanamente al latrocinio.
“El pueblo de Resistencia me conoce”, escribió en su cuenta de Twitter la exintendenta el 12 de abril, cuando la investigación conocida en Chaco como Lavado II derivaba en algo previsible luego de la detención del líder sindical Jacinto Sampayo y Alejandro Fischer, exyerno de Ayala y jefe de su campaña electoral.
Días después, a la dirigente radical se le desprendió esa pátina de mesura republicana. Como si se tratara de las capas de una cebolla, la diputada nacional macrista empezó a mostrar su verdadero rostro.
Primero, apuntó al fiscal Sabadini y a la jueza federal Zunilda Niremperger –que ya había impartido el pedido de desafuero a la Cámara de Diputados de la Nación para proceder a la detención de la legisladora–, acusándolos de haber sido arrastrados por “operaciones políticas armadas”. En otras palabras, les endilgó a Sabadini y Niremperger cierta connivencia con el kirchnerismo chaqueño, que, según ella, busca coartarle la carrera hacia la Gobernación en 2019.
Sabadini pidió la detención de Ayala porque entiende que la exintendenta de Resistencia puede obstaculizar la investigación y ocultar o destruir pruebas de las supuestas irregularidades cometidas con la concesión del servicio de recolección de residuos de la ciudad a la empresa Pimp SA.
Para Sabadini, la empresa, que se conformó en julio 2013, no tenía antecedentes en el rubro ni oficinas propias hasta diciembre de ese año, cuando modificó su composición accionaria y quedó en manos de empresarios vinculados a Ayala y otros acusados; fue reconocida como proveedora municipal poco después de llamado a licitación –a las apuradas y sin intervención del Concejo–, en febrero de 2014; fue inscripta en el Registro Público de Comercio en marzo de ese año y fue la única oferente del concurso. La adjudicación fue por 8 años, prorrogables por otros 4, por  500 millones de pesos.
En la trasmutación, Ayala pidió la eximición de prisión, que le fue denegada, y avanzó aún más: recusó a la jueza por supuesta parcialidad, al ordenar su detención sin indagarla previamente.
Ahora, la Cámara Federal deberá resolver si Niremperger sigue en la causa. Ese fue el camino promovido por la UCR, ante la esperanza de que el tribunal de alzada falle a favor de Ayala y Cambiemos pueda sacarse de encima así el tratamiento del desafuero, que pone en una encrucijada al oficialismo nacional por el antecedente de Julio De Vido, el diputado kirchnerista desaforado por pedido del juez Claudio Bonadío, aun cuando el cinismo es marca registrada del macrismo y sus aliados radicales.
“Presenté la recusación de la jueza porque ha incumplido con la Ley de Fueros”, escribió en Twitter la diputada nacional oficialista. “He salido el sábado a entregar mi declaración jurada a la gente y estoy a disposición y que me juzgue la jueza”, dijo el miércoles 2 de mayo, cuando se presentó en la Comisión de Asuntos Constitucionales para defenderse. ¿Cómo es posible que esté “a disposición” de una jueza a la que recusó porque, según ella, forma parte de una operación política en su contra?
La defensa de la excandidata a gobernadora de Chaco, para quien “la verdad siempre triunfa”, es inconsistente. Aquella mansa Ayala a disposición de la Justicia trasmutó en esta, que imparte acusaciones contra Niremperger, adjudica la investigación a intereses político-partidarios e intenta salpicar con sus trapisondas al actual intendente de Resistencia, Jorge Capitanich.
¿Y las convicciones republicanas, el respeto por la Justicia y el camino de la verdad triunfante? Bien, gracias. 

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