Putos pobres
▪ Un candidato de Cambiemos en La Rioja expresó su enojo contra los electores que no acompañaron a su partido en las PASO. Se desnudó no sólo él sino que expuso la pornográfica ideología de la derecha de nuestro país en el tercer milenio.
José Luis Brés Palacio | DATAPUNTOCHACO
Fue el concepto que utilizó Pablo Yapur, candidato a diputado provincial en las listas de Cambiemos en La Rioja para expresar su enojo contra los electores que no acompañaron a su partido en las PASO. Y, al hacerlo, se desnudó no sólo él sino que expuso la pornográfica ideología de la derecha de nuestro país en el tercer milenio.
No sólo la actual derecha es retrógrada, sino que también es iletrada, falaz y estulta llegando algunas expresiones de sus más visibles referentes a la lisa y llana idiotez mentirosa.
Mienten todo el tiempo y no se hacen cargo de absolutamente nada de lo que producen las políticas que aplican con rusticidad decimonónica. Traspasaron hace rato el límite entre la hipocresía y el cinismo. Son vulgares y petulantes por naturaleza. El túnel, la tormenta y el río revuelto son sólo algunos de sus latiguillos que en realidad no son ni más ni menos que eufemismos para el tsunami de devastación y desbaste institucional, cultura, social, económico y político que han echado sobre nosotros en tiempo récord.
El hambre es para ellos no sólo una contingencia menor, y hasta un daño colateral, sino que está muy por debajo en su escala de valores frente a pavimentos, cloacas y macetas. Es esto lo que los vuelve perversos y repulsivos.
En el nivel de “yo no tengo nada contra los negros porque tengo amigos negros con el alma blanca”, en una de las marchas del “sí, se puede” una mujer expresaba: “Yo toqué a un pobre”. Y, asumámoslo, ese pensamiento está afincado en el treinta por ciento de nuestra población. Curiosamente, o no tanto, quienes perpetran este tipo de expresiones pertenecen a grandes centros urbanos donde no sólo radican las “mejores” escuelas, sino que también anidan los grandes medios de comunicación.
¡Qué ganas tengo de acercarme a alguno para poder decir: “Yo toqué un facho”!
No sólo la actual derecha es retrógrada, sino que también es iletrada, falaz y estulta llegando algunas expresiones de sus más visibles referentes a la lisa y llana idiotez mentirosa.
Mienten todo el tiempo y no se hacen cargo de absolutamente nada de lo que producen las políticas que aplican con rusticidad decimonónica. Traspasaron hace rato el límite entre la hipocresía y el cinismo. Son vulgares y petulantes por naturaleza. El túnel, la tormenta y el río revuelto son sólo algunos de sus latiguillos que en realidad no son ni más ni menos que eufemismos para el tsunami de devastación y desbaste institucional, cultura, social, económico y político que han echado sobre nosotros en tiempo récord.
El hambre es para ellos no sólo una contingencia menor, y hasta un daño colateral, sino que está muy por debajo en su escala de valores frente a pavimentos, cloacas y macetas. Es esto lo que los vuelve perversos y repulsivos.
En el nivel de “yo no tengo nada contra los negros porque tengo amigos negros con el alma blanca”, en una de las marchas del “sí, se puede” una mujer expresaba: “Yo toqué a un pobre”. Y, asumámoslo, ese pensamiento está afincado en el treinta por ciento de nuestra población. Curiosamente, o no tanto, quienes perpetran este tipo de expresiones pertenecen a grandes centros urbanos donde no sólo radican las “mejores” escuelas, sino que también anidan los grandes medios de comunicación.
¡Qué ganas tengo de acercarme a alguno para poder decir: “Yo toqué un facho”!
0 comentarios:
Publicar un comentario