La “cultura del trabajo” de Perucho
La foto que difundió Cassani.
▪ El presidente de Cámara de Diputados de Corrientes hace campaña con la gente humilde y envía mensajes ramplones sobre el “sacrificio” y el “esfuerzo de salir adelante”. Critica a los que cobran un “plan social”. Sin embargo, él preside un Poder donde hay miles de ñoquis.
Es un dirigente político de Corrientes.
Lidera, desde algunos pocos años, un partido chico, Encuentro Liberal, que es
un desprendimiento del histórico Partido Liberal. Su fuerza se identifica con
las hormigas. Le dicen Perucho,
siguiendo la tradición correntina de que todos los políticos deben tener un
apodo. Preside la Cámara de Diputados de esa provincia, es decir que está en la
línea sucesoria del mando.
Pedro Cassani, con aspiraciones a ser
gobernador, mandó a difundir hace unos días por todos los medios de prensa de
Corrientes su visita a una familia del barrio San Roque Oeste, de la capital
correntina, a la que definió como “ejemplo de la cultura del trabajo”.
De hecho, el área de Prensa de Cassani, que
es el de la Cámara de Diputados, tituló así la “noticia”: “Cassani visitó a
familia que brinda ejemplo de la cultura del trabajo”. “Con el objetivo de
revalorizar a las personas y familias
que demuestran a la sociedad que se puede ‘salir adelante siempre’ (aún
en situaciones adversas), el Presidente de la Cámara de Diputados dialogó con
quien crió a sus 7 hijos –algunos de ellos hoy
profesionales–, con su trabajo sacrificado de vendedora ambulante”,
comienza el texto.
Cassani se refiere a una señora que desde
hace 15 años vende chipás en el Instituto Cardiológico, que, según el parte de
prensa del diputado, antes de eso “ofrecía
bijouterie, plumeros, entre
tantos otros artículos, puerta a puerta, calle por calle, labor que le permitió
la crianza de 7 hijos, a quienes impartió educación escolarizada y hogareña”.
“‘Hoy queremos felicitarte y, en tu figura,
a todas las mujeres que se levantan, como vos, muy temprano para ir a trabajar;
que son madres, esposas, abuelas, y que se empeñan en colaborar con la
comunidad en que viven. Te buscamos, para decirte gracias por todo lo que
representás’, le dijo Cassani a la mujer, al entregarle un obsequio, el cual se
suma a la estatuilla recibida en reconocimiento a su aporte a la sociedad,
otorgada por ente del Gobierno tiempo atrás”, escribieron en Prensa de Cassani.
Si ya el gesto resulta ominoso, la
reflexión con que cierra el presidente de la Cámara de Diputados su visita lo
es peor aún: “Se fueron perdiendo las banderas de nuestros padres, de nuestros
abuelos… tal vez, porque es más fácil –por variadas causas–, hacer una cola en
el banco para cobrar un plan social, que trabajar. Por eso, me parece que gente como ustedes es la que
necesitamos revalorizar”.
Es triste que alguien como Cassani ocupe un
alto cargo del Gobierno, en este caso el Poder Legislativo de Corrientes. Él valora
eso que a muchos les gusta definir como “cultura del trabajo”, pero vive del
Estado hace años. Además, preside un poder que, como se sabe, acoge a miles de
ñoquis, la mayoría de ellos de buen pasar económico, con sueldos altos, que ni
él ni ninguna otra autoridad parlamentaria se animó alguna vez a investigar y
depurar. ¿Cultura del trabajo?
Cassani, en vez de andar sacándose fotos
con gente que hace maravillas para poder subsistir en una provincia empobrecida
como Corrientes, debería ocuparse de que el Estado, de donde sale su suculento
sueldo, les garantice a los que menos tienen un trabajo digno, en blanco, con
obra social y jubilación.
Cassani se conforma con entregarle un
obsequio, sacarse fotos con la actitud propia del demagogo y hacer difundir esa
vergonzosa patraña en los medios de prensa locales, todos ellos dirigidos por
empresarios como Cassani, explotadores de sus empleados, evasores y violadores
seriales de la ley.
Es más, en Corrientes ningún medio, con
excepción de Norte, difundió esta
noticia. “Una fiscalía federal solicitó una investigación por posible
enriquecimiento ilícito al presidente de la Cámara de Diputados de Corrientes,
Pedro Cassani, a nombre de quien detectaron más de un millón de pesos, casi
600.000 dólares y alhajas en tres cajas de seguridad de una financiera
clandestina y que es querellada por la Unidad de Información Financiera (UIF)”,
informó la agencia Télam el año pasado.
La financiera clandestina es Pyramis, que,
desde noviembre de 2015, es investigada por los delitos de intermediación
financiera no autorizada y siete de sus directivos fueron procesados con
embargos millonarios.
De acuerdo con la documentación que
difundió Télam, de un total de 300
cajas de seguridad cuyos servicios ofrecía Pyramis, tres se encontraban a
nombre del diputado y se hallaron allí el dinero en efectivo y las alhajas.
En la caja de seguridad identificada como
254-A se encontraron 218.971 dólares, en la 60-N, 906.300 pesos y 200.950
dólares y en la B-61, 203.100 pesos y 178.850 dólares.
En su perfil patrimonial reportado por la
AFIP, Cassani reconoció en la declaración jurada por el impuesto a los bienes
personales tener 106.751 pesos en efectivo en 2015, un plazo fijo en dólares de
412.855, así como acreditaciones bancarias por 1.094.559 pesos, y declaró bienes
personales y muebles del hogar por 93.687 pesos.
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