Doble moral ambientalista
Clarín y La Nación: llamativo cambio de opinión sobre la minería.
La cobertura de la megaminería a cielo abierto hecha por Clarín y La Nación no siempre fue crítica. Ni ocupó, como ahora, un lugar privilegiado en su agenda. Quien haya prestado atención podría pensar que Greenpeace acaba de comprar acciones suficientes como para reorientar la línea editorial de ambos diarios. El olvido del proyecto Ayuí Grande.
Por Cynthia Ottaviano, Tiempo Argentino. Los medios de comunicación no son la realidad. Ni la reflejan tal como es. Se sabe que cada enunciado, cada dato, cada imagen es seleccionada, recortada y enfocada por productores, periodistas, editores, diseñadores, fotógrafos, camarógrafos y, sobre todo, propietarios con los que esa cadena de producción humano-periodística comulga en líneas generales o, en el peor de los casos, se opone u obedece sin mayores miramientos. Entre esos extremos –sintonía ideológica, oposición o patronazgo inmoral– hay matices, tal vez los suficientes como para que la mayoría de los periodistas pueda elegir con quién, cómo y dónde trabajar. Las dificultades sobrevienen cuando los dueños de las corporaciones son capaces de cambiar su línea editorial, sin mayor aviso, y empiezan a denostar lo que antes defendían.
Tal vez la cobertura de la megaminería a cielo abierto hecha por Clarín y La Nación a lo largo de los últimos años sea un buen ejemplo porque allí no siempre se publicaron notas que la criticaban. Ni ocuparon, como ahora, un lugar privilegiado en su agenda (el diario de Héctor Magnetto publicó 30 notas en un mes y medio y el de Bartolomé Mitre, 25, en el mismo tiempo). De hecho, quien haya prestado atención a la cobertura que hacían en los últimos 16 años, podría pensar que Greenpeace acaba de comprar acciones suficientes como para reorientar la línea editorial, porque en Clarín y La Nación se consideró a la megaminería a cielo abierto como “una oportunidad”, “una enorme empresa”, “un cambio de oportunidad para invertir”, “la mayor promesa económica del momento”, “un nuevo rubro para lucirse”, que “le aportan muchas divisas”, “el motor de una mejor relación bilateral”, “el centro de atracción del mundo australiano”, que “puede modificar la vida del noroeste argentino”, ya que se trata “del mercado minero más inexplotado del mundo durante décadas de olvido por simples razones de legislación errónea”, “un proyecto de gran envergadura”, “un negocio que comienza a mover millones de dólares de inversión”, que “le va a cambiar la vida a los sanjuaninos”, “empleará a 4 mil personas”, “impulsa el desarrollo económico”, hay “un escenario promisorio”, “el impacto puede ser vital”, “puede significar la única posibilidad de contar con infraestructura básica –agua corriente y electricidad, por ejemplo y sobre todo, con fuentes de empleo y capacitación” (Clarín 27-02-02, 04-04-04, 11-04-05, 28-04-06, 06-03-08, 30-11-10, 25-02-11, La Nación 4-12-96, 7-10-97, 10-04-98, 26-04-00, 16-11-00, 15-09-01, 16-01-03, 09-03-05, 03-05-05).
Artículo completo
0 comentarios:
Publicar un comentario