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Vademécum
El Pelafustán

18.11.17

Réquiem de la palabra


















Con el despido de Víctor Hugo Morales de C5N, la rueda de la censura en su fase más desembozada se ha echado a andar de manera definitiva e inexorable. No es sólo la libertad de expresión del periodista lo que está en juego.


José Luis Brés Palacio | DATAPUNTOCHACO


Como barrunto de la proporción de su proyecto político, el macrato también viene por la palabra. No le basta con la expoliación artera al pueblo, fundamentalmente de los sectores más vulnerables y vulnerados, en un tsunami neoliberal inédito en nuestra historia para hacer gala de su impunidad desvergonzada.
Con el despido de Víctor Hugo Morales de C5N, la rueda de la censura en su fase más desembozada se ha echado a andar de manera definitiva e inexorable. No es sólo la libertad de expresión del periodista lo que está en juego. No. Es, lisa y llanamente, la posibilidad de que todos nosotros podamos ejercer nuestro derecho humano a la comunicación, la información y la investigación.
La voz única se va constituyendo en el paradigma cultural de un gobierno que, seguramente, será condenado por la historia al protagonizar el período de retroceso de derechos más aberrante en el tercer milenio. No hay peor manera de prostituir la conciencia de un pueblo que someterlo a este tipo de dictadura político-cultural. No la hay.

La falta de reacción popular no sólo es síntoma de una anestesia mental, sino también de una decadencia moral que parecía dejada atrás en la historia y que, sin embargo, sólo permanecía agazapada. El enano fascista gozaba de buena salud. En la disputa por el sentido, el campo nacional y popular va perdiendo por goleada. ¿Qué arquero sería capaz de atajar cientos de penales disparados en simultáneo? Sin solución de continuidad, el clarinato sabe cómo organizar la jugada y mueve las piezas con precisión cirujana y con la asistencia de los especialistas en mugre enquistados en un Poder Judicial corrompido mortalmente hasta la médula.
Ya no hay espacio para la ingenuidad o el engaño electoral. Están haciendo lo que decían que iban a hacer. Quien avale estas políticas esclavistas, inhumanas y entreguistas es un cómplice necesario y consciente de esta nueva escalada de la inmoralidad neoliberal en la región.
Si nada sucede frente a toda esta atrocidad, será porque el odio y el desquicio le sacaron ventaja a la conciencia política de un pueblo que eligió el hambre como destino al haber participado, tibio e impávido, ante el más pavoroso espectáculo de cualquier sociedad democrática: el réquiem de la palabra.

1 comentarios:

pepe simón dijo...

Excelente nota. Dura y fiel descripción de una realidad que día a día de vuelve más injusta e imprevisible,con consecuencias sociales que van camino a repetir,desgraciadamente, lo más dramático de nuestra historia. Ojalá desde la oposición sepamos renunciar a diferencias secundarias y priorizar una Unidad tan imperiosa como urgente e imprescindible.